A Celia la vi, después de su partida de Cuba, solo una vez. Cuando era niño la tuve muy cerca y muchas veces. Fue a fines del año 1990 o un año después en un estudio de televisión en Barcelona. Se grababa un especial de Navidad y participábamos Charles Aznavour, el grupo Mecano, el tenor José Carreras, Celia y yo.
Me fui a su camerino, toqué la puerta, abrió su gentil esposo y me identifiqué. Desde adentro una voz poderosa respondió: ¡No puede ser mi amigo Amaury Pérez porque él está muerto! Le dije que era su hijo a lo que ella respondió: ¡Déjalo entonces que pase! Hablamos por tres o cuatro minutos casi en susurros mientras ella se maquillaba y ya casi en la puerta me dijo sentenciosa: ¡Cuando me encuentre con tu padre le diré que te conocí, te lo prometo!
Espero que haya cumplido su promesa y se lo haya dicho.
Amaury Pérez / 16 de Julio de 2013 / La Habana Cuba
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